Las leyendas ya las conocía (y son conocidas por casi todos los ecuatorianos que viven en el puerto principal), sin embargo las encontré escritas en la página Soy Guayaquil.
(http://www.soyguayaquil.com/leyendas.htm)
Así que aquí les van 7 leyendas famosas en mi ciudad:
Las mujeres ocupan un espacio importante en las leyendas y mitos de la cultura ecuatoriana, entre ellas se puede mencionar la Dama Tapada de Guayaquil.
Es el fantasma que persigue a los mujeriegos. Ella, va vestida de negro y lleva cubierta la cabeza con mantilla, velo o pañolón de largos flecos, se caracteriza por su elegancia y figura encantadora.
A su paso queda un oloroso perfume de nardos o violetas, lo cual despierta el interés de los trasnochadores y borrachos que deciden seguirla.
Quienes van tras de su paso no pueden acercarse más de un metro, ya que ella sigue sin dejarse alcanzar debido a que jamás varía su ritmo al caminar y por más esfuerzo que hagan sus seguidores no la pueden alcanzar.
La siguen de forma hipnótica y cualquiera que pudiera venir de frente nunca la ve. En forma súbita se detiene al pie del cementerio da media vuelta, levanta el velo y dice: "Ya me ve usted como soy.... Ahora, si quiere seguirme, sígame". En ese instante la mujer de bellísimo rostro sonrosado en cuestión de segundos se descompone hasta convertirse en una calavera, mientras su pecho arde en llamas.
Quienes han presenciado esta visión quedan paralizados, locos o muertos. Ella sigue su camino hasta desaparecer finalmente.
Esta mujer en nuestra ciudad se aparecía a la altura del Cementerio Antiguo, Boca del Pozo, al bajar de la Iglesia de Santo Domingo.
En Guayaquil Ecuador existe el cerro Santa Ana que se levanta imponente sobre toda la ciudad, en su cima hay un faro que se puede ver desde todos lados.Sin embargo ese cerro que todos los Guayaquileños pueden ver, esconde una historia, tan maravillosa como increíble.
Hace muchos años, antes de la Revolución Francesa, antes de la llegada de Colón, antes, mucho antes...cuando el indio hablaba con los árboles, y el viento se comunicaba con las personas de forman inteligibles. En esa época existió un rey Inca.
Este Rey tenia riquezas interminables, castillos de oro macizo que brillaban con la intensidad del sol, riquezas infinitas, opulencia interminable. Se jactaba de sus excelsos tesoros, y además de su hija....cuya hermosura era casi tan maravillosa como todos los tesoros del rey.
Su hija a quien amaba con el alma, un día enfermó, a pesar de que llamaron cientos de brujos que curaban con el canto, cientos de hechiceros de las cuatro esquinas del mundo, miles de magos de extraños universos....ninguno fue capaz de curar a su hija.
Sin embargo UNO llegó, cuando todo estaba perdido. Y dijo que tenia una cura para la hija. El rey lo exortó a que hablara...pero lo que dijo el mago lo llenó de cólera absoluta.
-SI QUIERES QUE TU HIJA SE CURE..DEBERAS RENUNCIAR A TODAS TUS RIQUEZAS, SOLO ASI SE SALVARA-
NOOOO NOOOOO-, respondió el rey con los ojos inyectados de furia, y tal era su rabia que mando a sus guardias a torturarlo durante meses para después matarlo.
El rey jamas renunciaria a sus riquezas, aunque eso signifique la muerte de su hija...si! Hijas podria tener muchas pero ORO, EL ORO LO ERA TODO PARA EL!!!
Cuando el mago que supo como salvar a la princesa murió, una terrible maldición cayó sobre el reino, el cielo se volvio negro, la tierra se levantó hambrienta para castigar al reino del soberano ambicioso....las montañas rodearon el reino y lo devoraron como un gigantesco monstruo de piedra.
Vivieron miles de años en la oscuridad infernal...
Cada 100 años la princesa debia aparecer con la oportunidad de salvar su reino. Pero jamas podia, pues la ambición en los corazones de los hombres corroia su alma.
Cuando un expedicionario español escaló el cerro sucedió que se encontró con la mujer más hermosa, era como un hada cubierta de vestidos de arcoiriris, ojos magnificos que reflejaban un vasto mar.
Ella le mostró al expedicionario una ciudad de oro, y le prometió que si él lo deseaba todo podia ser suyo, sin embargo también podia escoger casarse con ella, con la promesa de que seria su esposa fiel, lo cuidaria hasta siempre con devoción. Seria la mejor esposa que jamas habria tenido hombre alguno.
Pero el prefirió...la ciudad dorada !
La princesa gimió, el rey apareció maldiciendolo y pretendiendo arrastrarle a la oscuridad eterna, para que compartiera con ellos su destino, el expedicionario en su pánico le rezó a la virgen de SANTA ANA.
Y la Virgen lo rescató, en su honor se bautizó al cerrito con el nombre del cerro de SANTA ANA, lugar donde inició la fundación de la ciudad de Guayaquil.